Se entiende por contaminación acústica la presencia de ruido o vibraciones en el ambiente, con independencia de los emisores acústicos que lo provoquen, que suponga perturbación, riesgo o perjuicio para las personas, su actividad o el desarrollo de bienes de cualquier clase, o cree un significativo daño al impacto ambiental.
 
                                                                                    						                         
			 
						 
								 
								 
								 
								 
								 
                